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Tres personas murieron después de que vientos similares a tornados las arrojaran a través de las ventanas de sus apartamentos en el sur de China, mientras el clima severo azotaba la región durante la semana pasada.
Siete personas han muerto en la provincia de Jiangxi desde que comenzaron los vientos excepcionalmente fuertes el domingo, informó el jueves la emisora estatal CCTV. Añadió que más de 5.400 viviendas resultaron dañadas y 313.000 personas resultaron afectadas, de las cuales unas 1.600 fueron evacuadas a lugares seguros.
La Administración Meteorológica de China emitió el martes una alerta naranja, la más alta en un sistema de alerta de tres niveles, la primera desde 2013, según el periódico estatal Global Times.
Según la Televisión Central de China, se reportaron cuatro muertos y al menos 10 heridos en Nanchang, la capital provincial, la ciudad más afectada, cuando fuertes tormentas eléctricas y fuertes lluvias azotaron el domingo.
Entre ellos se encontraban una mujer de unos 60 años y su nieto de 11 años, que fueron arrancados junto con sus colchones de las ventanas de su apartamento por los fuertes vientos, según CCTV, citando informes de los medios.
Una mujer de 60 años del mismo edificio también fue arrastrada por una ventana por los fuertes vientos. La radio estatal informó que se había confirmado la muerte de los tres.
Una estación meteorológica registró velocidades de viento superiores al nivel más alto de 12, lo que equivale a un huracán de categoría 1, según los medios estatales, mientras que otras 29 estaciones detectaron vientos de categorías 10 y 11.
Los medios estatales informaron que los aires acondicionados explotaron en edificios de gran altura de la ciudad, mientras que más de 2.000 árboles cayeron.
China ha sido golpeada Series de Fenómenos climáticos extremos en los últimos años.
El año pasado fue el más caluroso registrado, ya que enfrentó severas olas de calor que, según las autoridades, llegaron temprano y fueron más generalizadas e intensas que en años anteriores.
En el otro extremo de la escala, el país registró su temperatura más baja registrada el año pasado el 22 de enero, cuando la ciudad de Jintao, en la provincia nororiental de Heilongjiang, registró -53 grados Celsius (-63,4 grados Fahrenheit).