Los democristianos de centroderecha salieron claramente vencedores el domingo, con un 30,2 por ciento de los votos, según las proyecciones de la televisión pública alemana.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania también tuvo un buen desempeño, quedando en segundo lugar con un 16%, un aumento de 5 puntos porcentuales en comparación con las elecciones de la UE de 2019. El partido aprovechó las crecientes preocupaciones en el país por la afluencia masiva de solicitantes de asilo. en la última decada.
Mientras tanto, el Partido Socialdemócrata de Schulz recibió menos del 14%, una caída inusual para un partido que ha sido durante mucho tiempo un pilar de la escena política de Alemania. En 2019, el partido obtuvo sólo el 15,8%, lo que en ese momento también se consideró un resultado desastroso.
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La última derrota representa un insulto particular para Scholz, quien ha insistido, a pesar de sus sombríos índices de aprobación, en que debería ser el rostro de la campaña junto a la principal candidata del partido para la carrera europea, Katharina Barli.
«Está claro que no tuvimos ningún viento de cola» de Berlín, dijo Parly después del cierre de las urnas el domingo, describiendo el resultado como «amargo».
Lejos de señalar con el dedo, la verdadera pregunta es si el gobierno de Schulz podrá sobrevivir. Las coaliciones alemanas rara vez colapsan antes del final de un mandato, pero ésta es inusual porque incluye tres partidos en lugar de los dos habituales, lo que la hace más volátil.
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