Ørsted, el mayor desarrollador de energía eólica marina del mundo, abandonó dos importantes proyectos estadounidenses y anunció una amortización mayor de lo esperado de su cartera de inversiones, en un duro golpe a los esfuerzos estadounidenses por desarrollar energía renovable.
Las acciones de Ørsted cayeron un 15 por ciento el miércoles después de que el grupo informara pérdidas de 28.400 millones de coronas danesas (4.000 millones de dólares), diciendo que «no tenía otra opción» que detener el trabajo en dos proyectos frente a la costa de Nueva Jersey.
La industria eólica marina, que los gobiernos han apoyado como parte de la respuesta al calentamiento global, se ha visto muy afectada por las interrupciones de la cadena de suministro, el aumento de los costos y el aumento de las tasas de interés.
Los desafíos han sido particularmente graves en Estados Unidos, donde los contratos firmados por los desarrolladores suelen tener menos protección contra la inflación y la cadena de suministro de la industria aún está en su infancia.
La industria eólica marina estadounidense está “fundamentalmente quebrada”, dijo el miércoles Anja Isabel Dotzenrath, directora de energía baja en carbono de BP, en una conferencia del Financial Times, advirtiendo que se necesita un “reinicio fundamental” para ayudar a que el mercado emergente crezca.
La amortización de Ørsted supera los 16.000 millones de coronas danesas que la empresa, propiedad mayoritaria del Estado danés, anunció en agosto. Desde entonces, la compañía dijo que sus proyectos de energía eólica marina en Estados Unidos han “experimentado desarrollos más adversos”, citando cambios en los supuestos relacionados con los créditos fiscales y los permisos de construcción.
Como resultado, la compañía dijo que ahora está «tomando medidas para respaldar su estructura de capital», como racionalizar su cartera de inversiones.
Mads Nipper, director ejecutivo de Ørsted, dijo que la industria marítima mundial estaba siendo golpeada por una “tormenta perfecta”. La presión «es la misma en todas partes, pero no es tan profunda como en el mercado estadounidense», afirmó.
Si bien Ørsted está abandonando dos proyectos, Ocean Wind 1 y 2, está avanzando con un tercero, Revolution Wind, que espera estar terminado en 2025. Nipper dijo que estaba «extremadamente decepcionado» por tener que detener los proyectos, y agregó que Estados Unidos “necesita energía eólica marina para lograr su ambición de reducir las emisiones de carbono”.
Los promotores offshore tenían derecho a importantes subvenciones en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., aprobada en 2022 para acelerar la transición del país a las energías renovables. Los proyectos Ocean Wind prometen generar más de 2 gigavatios de energía eólica marina en Nueva Jersey.
Nipper, que ha dirigido Ørsted desde principios de 2021, reconoció que las amortizaciones de activos dañarían la confianza de los inversores, pero dijo: «Creemos que la claridad para los inversores, a pesar del frustrante alto deterioro, es mucho mayor con el anuncio de hoy».
La retirada de los dos proyectos estadounidenses «puede en realidad proporcionar una mejor visibilidad sobre Ørsted en el futuro», dijo Alexander Wheeler, analista de RBC Capital Markets.
Pero las acciones del grupo que cotiza en Copenhague cayeron un 15 por ciento en las primeras operaciones de la tarde, extendiendo su caída este año al 54 por ciento.
La caída del valor se produjo un día después de que BP registrara una amortización de 540 millones de dólares en dos proyectos eólicos marinos frente a la costa de Nueva York después de que las autoridades rechazaran una solicitud para renegociar los contratos.
En los últimos años, Ørsted ha pasado de ser un productor de petróleo y gas a una empresa líder en energía eólica.
La compañía aún no ha decidido si dará la aprobación final al proyecto del Mar del Norte, pero Nipper dijo que pretende tomar una decisión antes de fin de año.
Y añadió: «Todavía depende de la creación de un valor aceptable».
En una señal de las presiones sobre la industria, el desarrollador sueco Vattenfall detuvo el trabajo en el proyecto Norfolk Boreas en el Mar del Norte del Reino Unido en julio, diciendo que ya no era viable al precio de la electricidad que acordó con el gobierno hace un año.
Aparte de los crecientes desafíos en Estados Unidos, Nipper dijo que el tercer trimestre fue «realmente bueno», y la compañía reportó un beneficio neto ajustado de 5.900 millones de coronas danesas.
«Las operaciones principales y el potencial de ganancias de la compañía siguen siendo sólidos», dijo.
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