El potro de Valdefuentes consta de seis pilares de granito con unas maderas auxiliares para inmovilizar las vacas que se iban a herrar, y que se habían deteriorado con el paso del tiempo y la falta de uso y mantenimiento. La restauración consistió en la reposición de estos palos y travesaños hasta recuperar la forma completa original.
En San Martín del Castañar se recuperó un tejar que cesó en su actividad en los años 60 del pasado siglo y que supone un ejemplo de aprovechamiento de los recursos del territorio en aquellos tiempos de la autosuficiencia.
En Linares de Riofrío se ha recuperado la llamada fábrica de cal, en el camino de la Honfría, un conjunto de 4 hornos representativo de la actividad calera en Linares y los pueblos de la zona.
En todos los casos se trata de pequeñas obras de restauración que han recuperado estos elementos etnográficos. De esta forma se pretende conservar no sólo el propio elemento si no también la memoria de la importancia de actividades ya abandonadas y el funcionamiento de sus instalaciones asociadas y que forman parte de un patrimonio cultural en olvido.